miércoles, 8 de junio de 2016

Retirar o no las amalgamas de plata

Ante este tema controvertido quería escribir hoy, ya que cada odontólogo puede tener su opinión y si alguien consulta a más de uno, puede tener sus dudas. Creo que las reconstrucciones de amalgamas de plata suelen ser duraderas, efectivas para tapar las caries, resistentes a las fuerzas de masticación y fáciles de colocar. Ahora, considero que es importante informarnos al respecto y valorar en cada persona si compensa tenerlos o si nos está interfiriendo en nuestra salud integral. Estoy de acuerdo con Dr. Maths Berlin, coordinador del proyecto internacional sobre Seguridad Química de la OMS, cuando dice “Todo doctor, cuando sus pacientes sufren patologías poco claras y enfermedades autoinmunes, debería considerar la posibilidad de que el mercurio que sale de sus amalgamas sea una de las causas de esa sintomatología”.

Ya sabemos que los empastes  metálicos  presentan un 50% de mercurio y que hay numerosos estudios que nos avisan de su efecto tóxico que puede repercutir en nuestra salud. Por tanto, recomendamos retirar estos empastes en personas que presentan síntomas en la boca, enfermedades de tipo autoinmune o mental, ya que muchos experimentan mejoría de su estado tras retirar sus empastes de amalgama.


Para retirarlo, seguimos el protocolo de seguridad, tanto para proteger al paciente como al profesional. Podemos aplicar, además, la Terapia Neural para eliminar la irritación producida por estos empastes en el sistema nervioso. Al remover la amalgama se producen aerosoles con mercurio, por lo que el odontólogo y el personal auxiliar han de llevar una mascarilla de carbón activo o filtros para el mercurio. Por el mismo motivo, hay que proteger al paciente. Para ello le colocamos en el momento de la retirada, un dique de goma y buenos aspiradores. Recomendamos, también, acompañar el proceso de retirada de amalgama dental con una detoxificación de metales pesados. 


Se ha investigado la posible relación de las amalgamas de plata con el desencadenamiento de la fatiga crónica, dolores de cabeza, fibromialgia, neuralgias, colon irritable, gastritis, depresión y otras alteraciones físicas o psiquiátricas. Los empastes negros se han relacionado también con síntomas en la boca como la gingivitis, alergia de contacto, liquen plano, pérdida del gusto, sabor metálico, boca seca, boca ardiente, dolor en la mejilla, inflamación de la lengua, etc. Entre los síntomas generales asociados al mercurio, están la irritabilidad, depresión, picores en las extremidades, fatiga, pies y manos fríos, sensación de hinchazón, fallos de memoria, angustias, estreñimiento y temblores.
Por último, comentaros que el uso de este tipo de amalgamas está prohibido en Suecia, Noruega y Dinamarca, pero no en España. Se estudia su prohibición en toda la Unión Europea debido al impacto que tienen sobre el medio ambiente y salud humana. En 1991 la Organización Mundial de la Salud determinó que las amalgamas dentales son la principal fuente de exposición a mercurio para la población general. Sin embargo, la Comisión Europea ratificó que las amalgamas son un material seguro para la restauración dental, la cual recibió duras críticas por parte de toxicólogos.
No obstante, creo que tú tienes la última palabra.

2 comentarios:

Aseret dijo...

Son demasiados los afectados por este envenenamiento lento y pocos los que intuimos que es el culpable de nuestras dolencias.

Unknown dijo...

Ojalá todos los odontologos estuvieran tan informados como tú. Desde que empecé a retirarme amalgamas me he convertido en obesa depresiva , no duermo apenas y además , tengo dolores constantes, migrañas oculares, picores en el cuerpo, y he perdido ya dos muelas y toda la boca me duele. Y lo peor, todo el mundo se ríe de mí cuando lo comento o me miran raro . Piensan que soy una quejica y que como demasiado y por eso estoy obesa. Y no es así. No siempre todo es lo que parece