lunes, 30 de mayo de 2016

Terapia neural: en busca del equilibrio interno

A veces os pregunto y hablamos sobre vuestros problemas de ansiedad, vuestros conflictos con la familia o vuestros miedos. Enseguida entendéis que todo ello os afecta a la boca. Es cuando nos acompañamos mutuamente en este cambio de dimensión, de prioridades y de la manera de ver la salud y la vida.

Hipócrates y otros filósofos griegos ya sabían sobre la influencia de las emociones en el proceso de la enfermedad y su evolución.  Por eso, trataban a las personas en su totalidad: cuerpo, mente y entorno.

Cuando me detengo a hablar con la persona que nos pide ayuda, a menudo veo relación entre la alteración del sistema inmunitario con la depresión, pérdida de un ser querido o la ansiedad. Creo que es interesante  tenerlo en cuenta a la hora de tratar y acompañar a esa persona.

Numerosos estudios indican que la mayoría de los procesos cancerígenos, degenerativos o neurológicos ocurren tras un cambio social estresante como la muerte de un familiar o una separación sentimental, ya que disminuye la función de linfocitos durante unas semanas. Del mismo modo, la mayor disminución del sistema inmunológico se ha visto cuando una persona siente indefensión, impotencia o desesperanza ante una situación que genera sufrimiento.

No todos respondemos igual ante el mismo hecho. La respuesta neural y hormonal es individual ante la misma situación y dependiendo de los factores culturales, sociales, psicológicos, genéticos, etc., cada persona hará su propia interpretación.

En esos momentos es cuando requerimos una gran capacidad de adaptación psicológica y de conducta. La activación del sistema nervioso y hormonal nos mantiene en un estado de permanente tensión que no siempre podemos descargar. A veces, podemos relajarnos si después de la activación y tensión, nos reímos o lloramos intensamente.

Si nuestra reacción es muy intensa u ocurre con mucha frecuencia, repercute negativamente en nuestro estado de salud y puede estar implicada en el proceso de generar, entre otras cosas, una caries. Se ha visto que una conducta pasiva o contener  esas emociones empeora la evolución. Si acumulamos tensión emocional en nuestra memoria, pueden aparecer miedos y angustias o somatizaciones a través del sistema nervioso vegetativo. 

La Terapia Neural ayuda a neutralizar las irritaciones del sistema nervioso provocados por el bloqueo emocional y desencadena nuevas emociones, en busca de nuestro equilibrio interno. Así, el organismo se regula para aliviar o frenar el proceso de cualquier alteración o síntoma que tengamos, sean unas caries rampantes, sean llagas en la boca o sean anginas repetitivas. Es un tratamiento regulativo, integral y natural que os invito a probar a los que buscáis el estado de bienestar.


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