NIños y niñas sin caries

Uno de nuestros objetivos en la clínica dental es evitar la aparición de las caries en bebés y niños y niñas en edad infantil. La prevención de la caries se enfoca cada vez más hacia la educación de los padres, haciendo hincapié en la responsabilidad de la correcta alimentación e higiene de sus hijos. Os invito a que el cepillado se convierta en un hábito divertido y compartido entre todos. 

En muchas ocasiones, la caries infantil se debe a un mal hábito en la alimentación por exposición frecuente y duradera de los dientes a azúcares, especialmente antes del sueño, justo cuando la saliva menos protege. La utilización del biberón o el chupete impregnado en sustancias dulces es una causa frecuente de caries en la primera infancia. Por eso, les quiero explicar que no deben añadir zumo, miel o líquidos azucarados en el biberón, ni dejar al niño dormirse con el biberón en la boca. Como todos sabemos, es importante también evitar o reducir el número de golosinas y bebidas azucaradas. 

La formación de la caries también puede ocurrir en niños con lactancia materna prolongada superior a doce meses. En la medida de lo posible, se recomienda lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y después de seis meses, ir combinando la lactancia con otros alimentos.

Les recuerdo a padres y madres que se deben cepillar bien los dientes de leche desde la erupción del primer diente, sobre todo antes dormir. Un truco que no falla es cuando los padres son un ejemplo a seguir y se cepillan los dientes junto a sus hijos. Las mamás y papás pueden contar historias para ilustrar cómo el cepillo de dientes lucha contra los bichos que hay en la boca, convirtiendo a su hija o hijo en el protagonista del cuento. Os propongo que el cepillado sea de unos dos minutos y repetirlo dos veces al día para que se convierta en un hábito regular y constante hasta que el niño sea autosuficiente y responsable. El uso de cepillos con dibujos, luces, música, etc. también puede ayudar a que el cepillado sea más divertido.

En las publicaciones anteriores hemos visto cómo el estrés y los conflictos emocionales provocan cambios en los dientes, dando lugar a la formación de la caries. En los dientes de leche es más difícil que aparezcan caries emocionales porque no suelen tener problemas de socialización. En cambio, a veces reflejan los miedos, la rabia y otras emociones de sus padres a través de sus dientes. Padres con boca sana y libre de caries constituyen un factor de riesgo menor para el hijo/a. Aun así, recomendamos a los padres que tengan cuidado al darles besos en la boca o compartir cubiertos, puesto que de esta manera se disminuye la transmisión bacterias a la boca de sus hijos.

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Recomendamos visitar regularmente al odontopediatra, el odontólogo de los niños, para realizar revisiones y para recibir consejos mas individualizados. La primera visita con el odontopediatra recomendamos que sea cuando cumpla un año y dependerá de cada niño la frecuencia de la visita, pero es aconsejable visitarle al menos una vez al año.