
Un diente enfermo nos puede estar
indicando una alteración en alguna otra parte del cuerpo. Por ejemplo, si
presenta los dientes inferiores con periodontitis o piorrea, puede tener una
afectación ginecológica o una infección de orina. No solo debemos tratar el
diente, también la zona afectada, para que esa encía no vuelva a estar
infectada.
Si analizamos la relación del órgano afectado con el diente correspondiente, muchas veces al tratar ese diente, podemos observar la mejoría del órgano. De la misma manera, si vemos afectación de un diente, tratando el órgano relacionado el diente puede mejorar.
Cada diente tiene relación con uno o más órganos de nuestro cuerpo, es por
ello que se debe tratar al diente como parte del organismo. Un tratamiento dental puede repercutir en los órganos
vitales, tanto para bien como para mal. Por
ejemplo, una endodoncia mal sellada en un diente superior puede dar lugar a una migraña en una persona determinada, pero la misma situación en otra persona, provocará una sinusitis.
Si es canino o colmillo el que está dando muchos problemas y no responde bien al tratamiento habitual, puede que esté el hígado dañado, aunque los parámetros sean correctos. Será mejor que nos avise el canino antes de generar una hepatitis. Si hacemos Terapia Neural en ese canino, puede manifestar cambios en el hígado y en el diente. En la siguiente imagen podéis ver
lo mencionado.
Si hay caries en el primer molar
inferior izquierdo, hay que pensar por qué ha formado y podemos preguntarle si va
bien de vientre,sin olvidar que la causa puede ser psicológica, por ejemplo por algún conflicto familiar.
Pero el proceso de vida de cada
persona es diferente y por eso, no
debemos seguir las reglas de la refloxología dental de manera lineal, sólo nos serán
orientativos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario