miércoles, 12 de febrero de 2014

¿Por qué se irrita nuestro sistema?



Os comenté un día que nuestro cuerpo es una red de información, y que todas las células del sistema están informadas de lo que pasa en una célula alejada. Hoy os hablaré sobre cómo eso puede afectar ante irritaciones internas o externas de cualquier tipo, de manera que si una parte del cuerpo sufre una irritación intensa o permanente, las demás partes también estarán afectadas y pueden dejar de funcionar correctamente.

La mayoría de las irritaciones las encontramos en la cabeza: en amígdalas, dientes, oídos, cicatrices, encía, cuerpos extraños en la mandíbula, etc. 

Estas situaciones irritativas las podemos tratar con la Odontología Neurofocal y la Terapia Neural. Aplicando estímulos inespecíficos en puntos concretos, eliminamos las sobrecargas del Sistema Básico y de este modo, la reactivamos. 

Tal como demostró el médico Alfred Pischinger, todas las reacciones de nuestro cuerpo dependen de la función mediadora del Sistema Básico (SB), que está formado por el tejido conectivo, el líquido extracelular, los capilares y el sistema nervioso. Además, es el único tejido que se encuentra desde la cabeza hasta los pies, y que permanece en contacto inmediato con todas las células del cuerpo.



Sus funciones son de vital importancia:
·         Transmite información en todas las reacciones neuronales, hormonales, inmunológicas...
·         Defensa. Es el primero que entra en contacto con un estímulo irritativo externo.
·         Transporta oxígeno, agua y electrolitos a las células.
·         Equilibrio ácido/básico.

Pero a veces, algunos estímulos irritativos permanentes no permiten la recuperación del sistema básico y alteran las funciones del cuerpo. Con ello, cae nuestro umbral de reacción y ante cualquier estímulo pequeño, podemos sufrir infecciones o enfermedades que bajo condiciones normales no nos afectarían.

 Ejemplos de estímulos irritativos permanentes:
  • o    Una infección de un diente que perdura en el tiempo debilita al SB.
  • o   Una  cicatriz que se haya complicado su curación altera el potencial eléctrico del SB.
  • o   Los iones de los metales de empastes de amalgama de plata pueden suprimir el SB.
  • o   La corrosión de metales de una funda de metal o un esquelético.
  • o   Situaciones de estrés o  depresión permanente.
  • o   Algunos fármacos pueden conducir a bloqueos de la defensa inespecífica.

Es importante recalcar que el Sistema Básico siempre responde igual, sin importar que el tipo de estímulo sea una infección, una herida, una quemadura o un implante dental. Sólo la intensidad y la duración del estímulo y la situación de nuestro sistema en ese momento, determinan su manera de reaccionar. Cuanto más intenso y duradero sea el estímulo, más durará la reacción.


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