miércoles, 9 de marzo de 2016

¿Nos afecta la sobremedicación?

Los que trabajamos con la Odontología Neurofocal tenemos muy en cuenta la historia de vida de las personas que acuden a nosotros: sus miedos, sus antecedentes, sus digestiones, sus amígdalas, sus dolores de cabeza, sus operaciones, sus menstruaciones, sus relaciones personales, sus muelas o raíces incluidas en el hueso, sus problemas para dormir, sus hábitos de comida, y cómo no, su medicación diaria.

La medicina convencional, de tipo causa-efecto, nos recomienda tomar los fármacos para tratar síntomas y se ha convertido en un hábito el hecho de automedicarnos, sin tener en cuenta los peligros de la sobremedicación. Estos tóxicos a veces no dejan pasar la información del sistema nervioso a las células, dando lugar, a medio o largo plazo, a otras inflamaciones o enfermedades crónicas en muchas ocasiones. Nuestro cuerpo, normalmente, aguanta muchos tóxicos cuando el sistema de regulación nos funciona bien, pero cuantos más bloqueos en los sistemas de regulación, menos tóxicos podrá aguantar.

Además creo que no siempre podemos actuar con eficacia con los medicamentos, ya que a las personas nos afectan muchos factores: enfermedades o infecciones pasadas, medicamentos que hemos tomado, el estrés, los restos de virus o bacterias que conservamos, los metales pesados, problemas del lugar donde vivimos o trabajamos, campos electromagnéticos de nuestras casas (electrodomésticos, WIFI, etc.)

La Odontología Neurofocal y la Terapia Neural pueden ser una buena alternativa a fármacos en algunas personas, ya que con ello se intenta recuperar la capacidad de expulsar tóxicos y así, recordar al organismo su mecanismo de regulación o el poder de la defensa, recuperando de esta forma su salud general. 

Los niños, por ejemplo, poseen una gran capacidad para expulsar toxinas, en forma de mocos o anginas repetidas habitualmente. Si las tratamos con medicamentos, en cambio, puede aparecer el mismo síntoma una y otra vez. Propongo dejar que expulsen las toxinas en estos casos.

Por la noche y por la mañana es cuando más realizamos las funciones de intercambio de alimentos y de expulsión de toxinas. Teniendo en cuenta esto, le podemos ayudar al cuerpo haciendo ayuno por la mañana o solo tomando fruta para desayunar. Así, el intercambio será mayor y facilitaremos con ello la fase de excreción. En cambio, en lugar de eso, si tomamos un antiinflamatorio por la mañana, antes de ingerir alimentos, el intercambio disminuirá.

En personas que han tomado muchos antiinflamatorios o antibióticos, a veces, se intoxica el organismo y puede estar disminuida o anulada la capacidad de excreción de toxinas, así como su sistema de autoregulación o curación. Esto puede dar lugar a alergias o a enfermedades crónicas. Por lo tanto, deberíamos tomar fármacos solo cuando es necesario. Ante cualquier síntoma leve o moderado, creo que, muchas veces, es mejor cuidar la alimentación y el descanso y tratarnos con plantas medicinales o  terapias naturales. 

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