jueves, 18 de febrero de 2016

Alimentación alcalina contra la caries

Hoy seguiremos con los factores que pueden dar lugar a generar una caries, la cual a veces nos indica un desequilibrio de la salud y puede ser una consecuencia de una alimentación incorrecta. Como es habitual en la sociedad actual, si consumimos un exceso de alimentos acidificantes o que generen ácidos tras su metabolización, el organismo buscará equilibrio para neutralizar el terreno. Nuestro cuerpo necesita un pH neutro para funcionar adecuadamente. Para eso, el cuerpo puede actuar robando calcio de los dientes intentando alcalinizar su pH. Es evidente que en los dientes que han perdido el calcio y otros minerales, será más fácil que formemos una caries.

La acidificación está muchas veces detrás de la formación de la caries. Al mismo tiempo, también aumenta la probabilidad de padecer obesidad, enfermedades cardiovasculares o diabetes. Sabiendo esto, para conseguir frenar estos procesos, podemos buscar el equilibrio a través de la alimentación alcalina. Para ello, recomendamos consumir verduras, frutas y vegetales a diario y, si son ecológicas, mejor. Al mismo tiempo, podemos disminuir, o evitar, el consumo de productos acidificantes como proteína animal, azúcares y harinas refinadas, tabaco y alcohol.

Actualmente sabemos que cualquier alimento que contiene azúcar o fécula puede contribuir a la aparición de caries. Esto significa que, al igual que los dulces y golosinas, la pasta, el arroz, las patatas fritas e incluso el pan pueden iniciar el proceso de desmineralización. Por ejemplo, un estudio en el que se observó la capacidad de producción de ácidos de la pasta, el arroz y el pan, se descubrió que estos alimentos producían la misma cantidad de ácido que una solución sacarosa al 10%. Otro estudio descubrió que la formación de ácido en la placa tras comer pan de molde o patatas fritas, era mayor y duraba más tiempo que después de tomar sacarosa.

Los alimentos que se pegan a los dientes aumentan el riesgo de caries en comparación con los alimentos que desaparecen de la boca rápidamente. Por ejemplo, las patatas fritas y las galletas se pegan a los dientes durante más tiempo que otros alimentos. Cuanto más tiempo se queden los alimentos que contienen carbohidratos alrededor de los dientes, más tiempo tienen las bacterias para producir ácido y mayor es la posibilidad de desmineralización.

Cada vez que se muerde un alimento o se sorbe una bebida que contiene carbohidratos, cualquier bacteria causante de caries comienza a producir ácidos, iniciando la desmineralización de los dientes. Este proceso continúa durante 20 o 30 minutos después de comer o beber, o más tiempo si hay restos de comida atrapados localmente. En los períodos entre las distintas ingestas,  la saliva actúa para neutralizar los ácidos y ayudar en el proceso de remineralización. Si se come o se bebe frecuentemente, no le damos tiempo al esmalte de los dientes para remineralizarse completamente y las caries comienzan a producirse. Por eso comer o beber continuamente durante todo el día no es aconsejable.

Por otro lado,  os propongo comer despacio, masticar varias veces y con tranquilidad. Cuanto más mastiquemos en la boca, menos trabajo daremos a la digestión estomacal. Y cuanto mejor se digiere el alimento, más nutre, menos fatiga y menos intoxica. Por eso, para comer conviene tener el ánimo tranquilo y evitar conflictos y disgustos. En caso de que una persona presente múltiples caries, le recomiendo además, tomar minerales y/o homeopatía.

Gracias a la interacción sinérgica de una nutrición alcalina, la terapia neural, fitoterapia, homeopatía, etc., podemos conseguir mantener una buena salud dental e integral. De poco sirve intervenir solo cuando se presenta el problema, prevenir es lo ideal.

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