Buenas a tod@s! Hoy os hablaremos de los beneficios de la vitamina C en
la boca, tanto para reforzar la estructura de nuestros dientes como
para tratar problemas de encía y mucosa.
Aunque no existe ningún remedio natural que pueda
considerarse remedio universal para la caries, las propiedades de algunas
frutas son beneficiosas para la
conservación de la estructura de los dientes, gracias a la vitamina C que contienen. Sabemos que la vitamina C
interviene en la estructuración y conservación del colágeno y ésta, a su vez,
actúa como soporte fundamental para la formación de dientes, entre otros
tejidos.
La carencia de la vitamina C a veces provoca gingivitis o encías inflamadas y sangrantes, úlceras, infecciones bacterianas
en la boca y enfermedad periodontal. En la mayoría de las personas, los
síntomas desaparecen después de la administración de vitamina C y el
tratamiento adecuado por parte del odontólogo.
La vitamina C también ayuda a las personas con xerestomía o sensación de la boca seca
para mejorar su sensación, junto a una abundante hidratación. Las
personas fumadoras tienen a menudo necesidades mayores de vitamina C.
La manera más natural de consumir grandes
dosis de vitamina C es un alto consumo de frutas como guayaba, grosella
negra, papaya, kiwi, fresas, naranja, limón,
melón, clementina o el pomelo. Como
alternativa, se pueden comprar comprimidos de vitamina C en la farmacia o herboristeria.
¿Qué pasa con el limón?
El limón es una fruta muy beneficiosa por su poder alcalinizante tras la digestión y rica en vitamina C, pero debemos tener cuidado con el uso frecuente del limón, ya que puede causar erosión en el esmalte. Los ácidos del limón disuelven los minerales que forman la superficie del esmalte y, si su uso es continuado, podéis sufrir hipersensibilidad dentinaria a medida que la dentina va quedando expuesta. Por lo tanto, tras la toma del zumo de limón, se recomienda no cepillar los dientes seguidamente, ya que el cepillado arrastra los átomos liberados por los ácidos en el esmalte. Mejor esperar un tiempo o consumir algo sólido justo después del limón, siempre sin azúcar.
El limón es una fruta muy beneficiosa por su poder alcalinizante tras la digestión y rica en vitamina C, pero debemos tener cuidado con el uso frecuente del limón, ya que puede causar erosión en el esmalte. Los ácidos del limón disuelven los minerales que forman la superficie del esmalte y, si su uso es continuado, podéis sufrir hipersensibilidad dentinaria a medida que la dentina va quedando expuesta. Por lo tanto, tras la toma del zumo de limón, se recomienda no cepillar los dientes seguidamente, ya que el cepillado arrastra los átomos liberados por los ácidos en el esmalte. Mejor esperar un tiempo o consumir algo sólido justo después del limón, siempre sin azúcar.
Tradicionalmente,
se utiliza la vitamina C como preventivo y coadyuvante en los procesos
infecciosos. Se ha observado que regula el sistema inmunitario y además,
estimula la respuesta celular. Estudios clínicos han demostrado que,
con la administración oral de 5 gramos de vitamina C durante 3 días, se
duplica el número de linfocitos.
Por la tanto, ya sabéis, a comer fruta a diario.
Y si os ha gustado, no olvidéis compartirlo en las redes sociales.
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