¿Quién se libra de tener empastes metálicos en las muelas?
Los empastes de amalgama de plata o empastes metálicos son
aleaciones de mercurio al
50% con otros metales como la plata, el estaño, el cobre y el zinc. Era la aleación más utilizada hasta
hace unos años para obturar las caries por ser un material barato, duradero y fácil de colocar.
Aparte de ser un material no estético, hay que romper gran
cantidad de tejido del diente sano para su colocación. Pero lo más preocupante
es que producen un aumento en la exposición a mercurio.
Los metales de las amalgamas, al estar inmersos en la saliva,
se comportan como los electrodos de una batería, originando una corriente eléctrica. Hay que tener en
cuenta, además, que si hay otros metales presentes en la boca (fundas de
metal-porcelana, puentes, esqueléticos e implantes de titanio) éstos también
generarán corriente con los empastes negros.
Una amalgama dental suele contener entre 100 y 500 mg
de mercurio, que se libera muy lentamente en la boca al masticar alimentos
calientes o al rechinar, en forma de vapores de mercurio y de iones en la saliva. En circunstancias normales, una persona
con amalgamas se expone, a través de ellas, a una dosis de 10
µg/día.
Los vapores de mercurio son absorbidos por los pulmones y de
allí van a la circulación sanguínea. Parte del mercurio absorbido se
oxida en el interior del cerebro y se queda retenido en él varios
años. Según varios estudios científicos, el mercurio causa
degeneración neuronal y altera el funcionamiento de muchos procesos
normales de nuestro cuerpo.
En el caso de las mujeres embarazadas, el
mercurio también cruza la barrera placentaria y accede al sistema nervioso del feto durante su desarrollo y además, se incorpora a la leche
materna.
Se ha verificado mediante autopsias humanas la existencia de
una correlación entre el número de amalgamas en
la boca y la concentración de mercurio en distintos tejidos de su cuerpo,
especialmente en las glándulas y en el cerebro.
Por todo ello, recomendamos retirar estos empastes sobre
todo en personas que presentan síntomas en la boca, de tipo autoinmune o
mental, ya que muchos experimentan mejoría de su estado tras
retirarlas de manera segura.
Recordamos también que para retirar este tipo de amalgamas debe hacerse siguiendo un protocolo de seguridad, por lo que una vez tomada la decisión de retirarlos y sustituirlos por otros más biocompatibles, es hora de buscar aquellos profesionales que seguimos el protocolo de seguridad.
Recordamos también que para retirar este tipo de amalgamas debe hacerse siguiendo un protocolo de seguridad, por lo que una vez tomada la decisión de retirarlos y sustituirlos por otros más biocompatibles, es hora de buscar aquellos profesionales que seguimos el protocolo de seguridad.
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