La falta de un diente o varios en la boca puede significar que la persona está incompleta, le falta la capacidad de
expresar y manifestar una faceta de ella misma. El diente que falta corresponde
a un aspecto sin cultivar, donde está todo por hacer porque la persona no dispone de referencia y le
falta un punto de apoyo. Por ejemplo, la persona que no ha formado su segundo
premolar inferior izquierdo, que es el diente de la afirmación del lado
materno, corre el riesgo de presentar incapacidad de separarse de la figura
materna.
La falta de formación de un diente no tiene equivalente en
otra parte del cuerpo. Si nos faltara un
pulmón, un riñón o una oreja, sería grave pero cuando nos falta uno o varios
dientes tenemos tendencia a pensar que eso no tiene importancia.
La ausencia de la formación de un diente puede ser debido a
un traumatismo durante la gestación, donde los gérmenes de los dientes
definitivos empiezan su formación en los maxilares. Un choque emocional que se produce durante el embarazo afecta la
formación del feto. La creencia “no tengo derecho o es peligroso expresar este
campo de mi personalidad” se inscribe en el cuerpo a través del bloqueo de la
formación de un diente.
La ausencia de un diente también puede ser la huella de una
creencia fuerte heredada de un padre. Está el caso del niño que no presenta los
incisivos laterales de arriba donde el hijo concreta la creencia del padre “No
hay cabida en mí para el segundo lugar, hay que ser el primero, el único”. Además de representar estar condenado a ocupar
el primer lugar, la falta de los incisivos laterales suele representar la incapacidad
de comunicar con los demás.
La falta de varias piezas en la boca muestra que la
persona no está completamente presente en ella misma. Una parte de su
conciencia permanece en estado de gestación, como si una parte de ella estuviera
aún en el vientre materno. Puede ocurrir por un traumatismo vinculado a la vida fetal que ha
bloqueado el proceso de alumbramiento, como la pérdida de un embrión gemelo al
principio del embarazo.
A veces los dientes de leche están presentes en bocas
adultas porque no se ha formado el diente definitivo. El momento de la caída del
diente de leche es una buena ocasión para la toma de conciencia, reconocimiento y aceptación. El mensaje del
diente de leche caído puede ser “Mi
tiempo de infancia ha terminado, estoy preparado para otra etapa de mi vida”.
La caída tardía de un diente de leche anuncia una etapa decisiva de transformación
interior, marca un largo periodo de maduración. Se puede mencionar el caso del
hombre que con cincuenta años pierde el segundo molar de leche superior
izquierda, después de tres años de psicoterapia que le ayudaron a tomar
distancia de la influencia paterna. Así, con este trabajo, la persona tiene la oportunidad
de construir y expresar una faceta de ella misma que no ha existido. La falta
se convierte de esta manera en un elemento positivo.
Nos hemos basado en el libro "El lenguaje de los dientes" de Estelle Vereeck.
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