miércoles, 1 de abril de 2015

Qué sentido tiene la ausencia de un diente


La falta de un diente o varios en la boca puede significar que la persona está incompleta, le falta la capacidad de expresar y manifestar una faceta de ella misma. El diente que falta corresponde a un aspecto sin cultivar, donde está todo por hacer  porque la persona no dispone de referencia y le falta un punto de apoyo. Por ejemplo, la persona que no ha formado su segundo premolar inferior izquierdo, que es el diente de la afirmación del lado materno, corre el riesgo de presentar incapacidad de separarse de la figura materna.

La falta de formación de un diente no tiene equivalente en otra parte del cuerpo.  Si nos faltara un pulmón, un riñón o una oreja, sería grave pero cuando nos falta uno o varios dientes tenemos tendencia a pensar que eso no tiene importancia.

La ausencia de la formación de un diente puede ser debido a un traumatismo durante la gestación, donde los gérmenes de los dientes definitivos empiezan su formación en los maxilares. Un choque emocional que se produce durante el embarazo afecta la formación del feto. La creencia “no tengo derecho o es peligroso expresar este campo de mi personalidad” se inscribe en el cuerpo a través del bloqueo de la formación de un diente.

La ausencia de un diente también puede ser la huella de una creencia fuerte heredada de un padre. Está el caso del niño que no presenta los incisivos laterales de arriba donde el hijo concreta la creencia del padre “No hay cabida en mí para el segundo lugar, hay que ser el primero, el único”. Además de representar estar condenado a ocupar el primer lugar, la falta de los incisivos laterales suele representar la incapacidad de comunicar con los demás.

La falta de varias piezas en la boca muestra que la persona no está completamente presente en ella misma. Una parte de su conciencia permanece en estado de gestación, como si una parte de ella estuviera aún en el vientre materno. Puede ocurrir por un traumatismo vinculado a la vida fetal que ha bloqueado el proceso de alumbramiento, como la pérdida de un embrión gemelo al principio del embarazo.

A veces los dientes de leche están presentes en bocas adultas porque no se ha formado el diente definitivo. El momento de la caída del diente de leche es una buena ocasión para la toma de conciencia,  reconocimiento y aceptación. El mensaje del diente de leche caído puede ser  “Mi tiempo de infancia ha terminado, estoy preparado para otra etapa de mi vida”.


La caída tardía de un diente de leche anuncia una etapa decisiva de transformación interior, marca un largo periodo de maduración. Se puede mencionar el caso del hombre que con cincuenta años pierde el segundo molar de leche superior izquierda, después de tres años de psicoterapia que le ayudaron a tomar distancia de la influencia paterna. Así, con este trabajo, la persona tiene la oportunidad de construir y expresar una faceta de ella misma que no ha existido. La falta se convierte de esta manera en un elemento positivo. 

Nos hemos basado en el libro "El lenguaje de los dientes" de Estelle Vereeck.

No hay comentarios: