Autoexploración de la boca

Hoy seguiré insistiendo en el hecho de que cada uno de nosotros poseemos capacidad de adaptarnos a las situaciones a las que estamos expuestos durante el proceso de la vida y de retomar de esta manera un nuevo estado de salud. Para estimular energéticamente la sanación, me parece importante conocer la zona y, por eso, os quiero invitar a realizar autoexploraciones de la boca. 

Se trata de visualizar, palpar y movilizar las diferentes estructuras de la boca. Podéis hacer uso de un espejo para la visualización. Recordad hacerlo con las manos limpias. 

Vamos a empezar por los labios. Es importante observar su aspecto tanto por fuera (simetría, color, manchas, bultos, etc.), como  por dentro, tirando del labio hacia arriba en el labio de arriba y hacia abajo en el labio inferior. Por dentro veremos la mucosa mas rosada y brillante. Palparemos con un dedo por dentro y el otro por fuera y sentiremos si hay nódulos, irregularidades o zonas dolorosas. 

Después pasaremos a explorar la mejilla tirando con el dedo índice hacia fuera. La mucosa ha de ser rosada y uniforme, observaremos bien por si hay manchas o lesiones. Aquí también  palparemos y podemos aprovechar para masajear suavemente la zona con el dedo pulgar por dentro y el índice por fuera. Haremos lo mismo al otro lado. 

Seguiremos flexionando la cabeza para observar el paladar. En la parte anterior encontramos las rugosidades palatinas, veremos si es simétrico, si hay manchas y palparemos para notar alteraciones de volumen. Al fondo veremos el paladar blando y la úvula o la campanilla. 

Vamos a sacar la lengua para ver su superficie que debe ser rosada, sin manchas ni lesiones y de aspecto rugoso con varios tipos de papilas gustativas. Moveremos la lengua en todos los sentidos para observar  por las caras laterales y su parte inferior. Palparemos la lengua cogiendo con dos dedos. Si observamos erosiones, úlceras, sangrado, dolor o dificultad en su movilidad, avisaremos al dentista. 

Para ver el suelo de la boca apoyaremos la punta de la lengua sobre los dientes superiores. veremos una mucosa rosada y húmeda separada por el frenillo de la lingual justo a unos bultos que tratan de glándulas salivares. Palparemos esta zona con delicadeza para saber si hay bultos anormales. 

Para acabar, cerraremos los dientes y abriremos  los labios y veremos la encía. Cuando la encía está sana, presenta un color rosado con aspecto de "piel de naranja", brillante y sin manchas ni bultos. Las encías inflamadas, rojas o sangrantes nos informan  de su mal estado. 

Es importante que nos informéis de posibles alteraciones que habéis notado. Los odontólogos neurofocales intentamos impulsar la vitalidad de la persona acompañando en el proceso de sanación. Para ello, creo que es importante que cada uno se escuche, se respete y piense que la salud le pertenece.