miércoles, 7 de octubre de 2015

Pruebas para medir la intoxicación metàlica

Hemos hablado de las consecuencias de tener amalgamas de plata u otros metales en boca, pero a veces no sabemos si es aquello lo que nos está intoxicando o perjudicando. Las personas que presentan síntomas  relacionadas con los metales pesados y que no saben a que pueden ser debidas y que, a su vez, están constante y directamente en contacto con algún tipo de metal, pueden realizar diferentes pruebas para saber si tienen alergia a metales, si están intoxicados y el grado de intoxicación que tienen. Os voy a mencionar algunas de estas pruebas para establecer una posible intoxicación o alergia a los metales:

- Test MELISA ( Memory Lymphocite Immuno Stimulation Assay). Análisis de sangre donde se estudia la relación alérgica hacia un metal. Es una prueba validada científicamente para valorar la alergia a los metales y consiste en recrear in vitro la reacción que una persona pueda tener ante el contacto con el metal que le es perjudicial. Para ello se recoge su sangre y se mide la reacción del organismo al ponerlo en contacto con los metales. El Test de Melisa no mide los niveles de toxicidad, sino que nos indica si somos alérgicos a los metales o no, y el nivel de hipersensibilidad, es decir, la severidad de la reacción. 


- Análisis de los minerales en cabello  o Mineral Hair Test. Evalúa el estado nutricional por déficit o por exceso del individuo así como de la exposición crónica a sustancias tóxicas, mediante análisis de macrominerales, microminerales, oligoelementos y elementos tóxicos en cabello. El cabello es un tejido de depósito, por lo que su análisis no refleja una situación puntual.

- Test kinesiológico bioenérgetico.  El test se realiza mediante un rastreo neuro-muscular casi imperceptible que permite acceder a la información registrada en el sistema cuerpo-mente y decodificarla con objetividad.  Por una parte, se ejecuta sobre la zona media del brazo del paciente una serie de mudras (gestos) que contienen preguntas específicas. Y por otra, el terapeuta acompaña la realización del mudra con la intención mental. El cuerpo responde, dice sí o no, de acuerdo con los cambios de longitud de los brazos, el terapeuta sabrá si hay algún desequilibrio y si la causa son los metales pesados de la boca.


- La prueba del chicle. Se emplea para demostrar que se desprende mercurio de los empastes de amalgama que se encuentran en la boca. Antes de hacer la prueba se guarda un poco de saliva. Luego se mastica de forma intensiva durante unos diez minutos un chicle sin azúcar. Posteriormente se analiza la saliva en un laboratorio respecto a su nivel de mercurio. 

- Prueba de la orina. DMPS (Dimercapto-propansulfonato) es una sal sulfúrica a la que se adhiere al mercurio en la sangre. A través de la orina y la defecación se excretan los tóxicos. Se analiza la orina espontánea entre 45 y 60 minutos después de la inyección de DMPS en búsquedas de mercurio y otros metales. De esta forma se puede deducir la gravedad de la intoxicación. 

- Electro-acupuntura. Esta prueba no mide el mercurio que excreta el cuerpo sino la contaminación del cuerpo. Si se realiza la prueba con exactitud se pueden conseguir resultados fiables de no solo del nivel de intoxicación, se puede medir también qué órganos están especialmente afectados o dañados. 

- Factor genético. Déficit de Apolipoproteina E en el cromosoma 19, gen que permite defendernos de los metales pesados nos puede indicar la afectación excesiva de estos metales. 

- Análisis del tejido con una tomografía. Con una tomografía se puede descubrir si el tejido está contaminado con metales pesados. En los portadores de amalgama suelen ser la corteza cerebral, la hipófisis y la mandíbula.

Según Mercuriados, Asociación Española de Afectados por Mercurio, las cantidades de mercurio en el cuerpo no se pueden medir mediante análisis de sangre o de vello. El mercurio se fija rápidamente en las diferentes partes de nuestro organismo y ahí se queda; no es evacuado espontáneamente. Por eso seis semanas después de poner empastes de amalgama los altos niveles de este metal producidos por este tratamiento han desaparecido casi por completo y no se ven elevadas cantidades ni en las heces ni en la orina, la sangre o el vello. Para medir el mercurio es necesario utilizar sustancias que movilizan y echan a éste del cuerpo. Para esta tarea sirven algunos productos farmacéuticos como el DMSA y el DMPS, los cuales movilizan y echan grandes cantidades de metales pesados de diferentes partes del cuerpo a través de la orina. Las grandes desventajas son los efectos secundarios y que sólo sueltan los metales de algunos tejidos pero no del sistema nervioso. Además existe el gran peligro de la reabsorción porque estas sustancias sueltan más toxinas de las que echan del cuerpo. 

En la desintoxicación con remedios naturales se usa la alga chlorella, el cilantro y el ajo silvestre. Tomando estos remedios se pueden medir las toxinas en las heces. Porque los metales pasan de los tejidos a la sangre; antes de ser absorbidos por la chlorella, se pueden detectar en ella y así también en el vello. 
 No olvidemos también que los síntomas como la disminución de la memoria a corto plazo enseñan una posible intoxicación por metales pesados. Especialmente el nivel de colesterol se ve elevado
cuando el cuerpo presenta mercurio.

Los que estáis interesados en realizar alguna prueba me podéis comentar en la consulta y os ofreceré información más detallada. Espero que os haya servido para conocer un poco más la manera de curar desde la boca. 






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